Las historietas: una actividad bastante entretenida como educativa

Ya no es una novedad que la educación de los niños no solo se basa en la lectura y en habilidades académicas clásicas como la matemática y la ciencia. Ahora se le da bastante importancia a actividades que se disfrazan de recreativas pero que en el fondo son incluso más efectivas para el aprendizaje de habilidades extra de los niños. Por ello, te mostraremos una de las actividades más efectivas y completas que puede realizar tu hijo para trabajar distintas capacidades: la historieta.

Una historieta es una secuencia de imágenes con diálogos que narran una historia. Aunque pueda sonar complicado, no lo es en absoluto. Inclusive, puede resultar entretenido para grandes y chicos, ideal para realizarlo juntos padres e hijos. A continuación te dejaremos los pasos a seguir para ayudar a tu hijo a hacer historietas una vez a la semana, preferiblemente al terminar la semana. 

1. Elegir la temática. Uno como padre puede sugerirle temas, pero todo va a depender al final del niño. Deja que él decida lo que quiere dibujar y relatar. Una opción recomendable es que el niño trate de recordar lo que le pasó durante la semana y que elija su recuerdo favorito para contarlo en la historieta. Esta estrategia, además de facilitar la construcción de la historia, es una técnica para fortalecer y estimular la memoria de los pequeños.

2. Escribir la historia. Una vez elegida la historia, lo recomendable es pasarla por escrito. En primer lugar, para tener la base sobre la cual se va a construir la historieta, y en segundo lugar, para que el pequeño se concentre en recordar detalles y practique la construcción de una historia coherente.

3. Dividir la historia en la cantidad de viñetas. Este sin duda es el paso más complicado para cualquiera. Se trata básicamente de sintetizar toda la historia en la cantidad de imágenes necesaria y que se logre contar de manera efectiva. Lo difícil de este paso es que cuando la historia es muy larga, es muy complicado elegir qué partes son las que se deberían contar y cuáles no. Sin embargo, este ejercicio hace que el niño desarrolle criterio y juicio sobre lo más importante de una historia.

4. Dibujar y colorear. Y por fin llegó la parte creativa. Este paso es pura imaginación, cómo el niño refleja su recuerdo y cómo cuenta lo que percibió en caso haya elegido plasmar sus recuerdos. No obstante, aunque esta parte sea la más recreacional de todas, es de las que más beneficios trae para los pequeños, como la estimulación de la imaginación, la psicomotricidad, el desestrés, etc. 

No te pierdas de más actividades para realizar en casa. Esperamos que la publicación haya sido de ayuda y que compartas con nosotros las complicaciones o los resultados de las historietas hechas por tus pequeños.